Es uno de los pocos países de América en tener acceso a los dos océanos: Pacífico y Atlántico. Su ubicación geográfica lo distingue como un punto estratégico para la logística internacional y manufactura que propicia las relaciones comerciales con conexiones a los mayores mercados del mundo, desde las fronteras marítimas del Mar Caribe o el Océano Pacífico.

Asimismo, el país resalta positivamente en varios indicadores tales como: su estabilidad macroeconómica, revelando un tipo de cambio estable en los últimos 20 años, un sólido sistema financiero, un nivel de inflación predecible, moderada y estable en los últimos 12 años y el poseer los niveles de reservas internacionales más grandes de Centroamérica, entre otros aspectos.